Su arte, por auténtico, es llama viva que continuará irradiando por siempre. En su corazón sonoro está arraigada la cubanía; por eso, Rosita Fornés es también universal. Ella contribuyó a engrandecer con su talento nuestra cultura.
MOMENTOS DE UNA VIDA
Nació en l923, en Nueva York. Se nombraba en realidad Rosalía Lourdes Elisa Palet Bonavia y adoptó el nombre artístico de Rosita Fornés con el que la aplaudieron a lo largo de su exitosa carrera.
La primera vez que cantó ante el público solo tenía 13 años de edad y ocurrió en el mar, en el barco que trasladaba a su familia de España a Cuba. Ella interpretó en esa ocasión el tango Silencio en la noche, de Carlos Gardel y Le Pera.
En La Habana se presentó en el programa de aficionados La Corte Suprema del Arte y por personal interpretación de la milonga La Hija de Juan Simón se convirtió en estrella naciente.
Su debut se produjo en 1941 en la opereta El asombro de Damasco, en el teatro Principal de la comedia; luego aparecería como la Isabel Lincheta de Cecilia Valdés, la zarzuela de Gonzalo Roig, en el teatro Auditórium, hoy Amadeo Roldán.
Logró muchos triunfos en México, donde residió a partir de 1945 y fue proclamada por la Asociación de Periodistas Mexicanos como la Primera Vedette de México, titulo que obtuvo en otras ocasiones. Además, trabajó en Estados Unidos, Puerto Rico, Venezuela España y otros países.
A su regreso a Cuba, fue fundadora de la TV y participó en programas estelares de este medio. Fue muy gustado su espacio Mi esposo favorito con Armando Bianchi.
En su variado repertorio tienen peso las obras del lírico como La del manojo de rosas, El conde de Luxemburgo, El soldado de chocolate, La corte del faraón, La princesa de las Czardas, Las Leandras, La princesa del dólar, La revoltosa, La viuda alegre, Los gavilanes, Luisa Fernanda, La duquesa del Bal Tabarán, Hello, Dolly…
Como actriz teatral también sobresalió y, entre sus piezas más aplaudidas, están Confesiones en el Barrio Chino y Nenúfares en el techo del mundo, ambas de Nicolás Dorr.
En 1966, centralizó la producción musical Variedades de La Habana, presentada en la URSS, Hungría, Bulgaria y Rumanía. Conquistó aplausos en los Festivales de Sopot, en Polonia, y Orfeo de Oro, en Bulgaria.
Obtuvo en 1984, el Premio Especial del Concurso Adolfo Guzmán por la canción El comediante, de José A. Quesada.
Durante su travesía artística compartió el escenario con figuras del relieve de Hugo del Carril, Libertad Lamarque, Tito Guizar, Mario Moreno (Cantinflas), Gloria Marín, Tin Tan, Jorge Negrete, Joaquín Pardavé y nuestra Rita Montaner, entre otros.
La filmografía de Rosa incluye alrededor de veinte cintas, algunas rodadas en México. Filmó: Una aventura peligrosa, Romance musical, El deseo, Se acabaron las mujeres, La carne manda, Cara sucia, Mujeres de teatro, Del can can al mambo, Piel canela, Tin Tan en La Habana, Me gustan todas, No me olvides nunca, Palmer ha muerto, Se permuta, Plácido, Hoy como ayer/ El bárbaro del ritmo, Papeles secundarios, Quiéreme y verás, Las noches de Constantinopla, Al atardecer y Mejilla con mejilla.
Su voz ha quedado grabada en los CD’s Canciones de ayer y de siempre, EGREM, 2004, (2 volúmenes compilatorios) y Rosa y el tiempo (Abdala).
Avalada por su rico itinerario profesional recibió múltiples reconocimientos como la Orden Félix Varela y los Premios Nacionales de Teatro, Televisión y Música.
Don Juan Carlos I, rey de España, le concedió en el 2011, la Orden del Merito Civil, impuesta por el embajador de ese país en Cuba.
Asimismo, fue homenajeada durante la entrega de los premios de la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York (ACE).
Nuestra inolvidable Rosa Fornés, siempre se sintió feliz porque su arte engrandeció a Cuba, la patria que tanto amó.
http://www.mujeres.co.cu/art.php?MTM0NjA=
0 Post a Comment:
Publicar un comentario