Una victoria por bando dejó el primer fin de semana de las semifinales de la 60 Serie Nacional, entre Granma y Pinar del Río, y fue así, porque en el béisbol ceder la principal arma al contrario es letal.
Habíamos dicho, al finalizar el juego del sábado, que, si Granma batea es muy difícil vencerle, porque es su clave, aun cuando se esté enfrentando al equipo que mejores indicadores tuvo en el pitcheo en el calendario regular. Además, el cuerpo de lanzadores de los Alazanes (tercero de la lid), es suficiente para dominar a una ofensiva, cuyo recorrido en la temporada resultó visiblemente inferior a la suya.
Sin embargo, los papeles se cambiaron. Fueron los pinareños, haciendo realidad las palabras de su director, Alexander Urquiola, de que su equipo se transforma cuando entra a los play off, los que hicieron cantar a los bates. En seis entradas habían pegado cinco jits, pero entre la séptima y la octava dieron ocho, con los cuales fabricaron 11 anotaciones ante cuatro serpentineros rivales, para noquearlos por 13-3 finalmente. Mientras eso sucedía, los granmenses solo conectaron inatrapables en dos innings de los ocho que jugaron: dos en el primero y otro par en el sexto, nada más.
Por supuesto que eso tiene su explicación, la cual pasa por el nombre de Vladimir Baños, el experimentado abridor de los vueltabajeros, a quien solo le conectaron dos indiscutibles en cinco capítulos, y aun cuando embasó a cinco por boletos y a otros tres intencionalmente, también por bolas, siempre tuvo una respuesta que dejó sin efecto al poderoso ataque adversario. La labor la selló un veloz Frank L. Medina, que puede convertirse en el punto de giro de cualquier pronóstico en este play off.
Su oponente, como el pasado 15 de noviembre en la fase preliminar, fue Leandro Martínez. El zurdo dejó el juego tras seis episodios con ventaja mínima de 3-2, pero se fue sin decisión ante la precariedad de los relevistas.
Otra vez Juan Carlos Arencibia, el campo corto de los Vegueros, fue bujía inspiradora de los occidentales, al batear de 4-3, con dos anotadas y una impulsada, lo que sumado al partido del sábado (4-2, y una registrada), lo convierten en el verdugo de los serpentineros dirigidos por Carlos Martí, al acumularles cinco incogibles en ocho turnos.
Los pronósticos no son una certeza, son una apreciación sobre señales previas para poder aproximarnos a un hecho. Granma no es el favorito de este cotejo por haberle ganado cuatro de cinco a los pinareños en la etapa regular, sino porque cumplieron ese paso como uno de los mejores elencos de la lid, al concluir terceros en la ofensiva (314), igual lugar en el pitcheo (4,34) y segundos en defensa (976).
Aventaja a su rival en todos los indicadores ofensivos, con marcada diferencia; en cambio, los vueltabajeros son mejores, pero no tan significativamente, en el área de los lanzadores, y a la defensa el 976 de los Alazanes es muy similar al 974 de los Vegueros. Quiere decir que debemos tener un buen play off. Pero, aun cuando damos favorito a los caballos, hay que tomar en cuenta el criterio de su principal jinete, el mentor Carlos Martí, quien ha dicho que no cree en eso, sino en el terreno.
Punto clave de la profecía: La caballería oriental está obligada, si quiere que los vaticinios se hagan realidad, a ganar sin Lázaro Blanco en la lomita. En la postemporada tiene cuatro triunfos y tres son del Cañón de Yara. Este play off es de siete a ganar cuatro, por lo que su presencia en la tabla de lanzar no llegaría a tres.
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(Granma )
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