Ahora salen las fotos del pasado, cuando cantaban en nuestras plazas y eran uno más de nuestros coterráneos. En aquel tiempo pocas cosas cuestionaban de nuestra realidad, más allá de las situaciones cotidianas que a veces desinflan. Pero Gente de Zona tenía su forma de sortear las vicisitudes, hacían música y alegraban.
Luego llegó la fama y el dinero, y la necesidad de insertarse en el gran mercado de la música latina. Aun así intentaron mantenerse neutrales contra viento y veneno. Era el precio de radicarse en el sur de la Florida, donde bate con fuerza el odio hacia Cuba y sus artistas. Algo tan viejo como las ganas de los hombres de hacer el mal.
Resistieron hasta donde les dio el valor, hasta un bien día que no les quedó más remedio que claudicar. Da tristeza escucharles gritar en otra plaza contra la Isla que les vio nacer, omitiendo la realidad.
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| Momentos de un concierto reciente en Miami, el Free Cuba Fest, donde se ve ve a Otaola y Carlucho celebrando la sumisión de Gente de Zona |
Y hoy van de la mano de Otaola, el mismo que tiempo atrás le fustigaba con saña. Conviene olvidar el pasado reciente. Se trata de un mundo de memoria a corto plazo, como si no existieran pruebas suficientes que desenmascaran su hipocresía.
Los mismos medios que hoy les ensalzan desde el sur de la Florida no hace mucho les atacaba con duras palabras cuanto hacían en Cuba. Les llamaban ambivalentes por pretender cantar en dos plazas exigiéndoles definirse. Y de eso siempre se ha tratado, aunque a estas alturas existan los ilusos que piensen que la intolerancia sobre abunda en esta orilla del mundo.
Más que odio, dan lástima el dúo de Gente de Zona. No tuvieron el valor suficiente para resistir o denunciar la arremetida contra el grupo desde ciertas zonas de poder que emerge hoy cobra fuerza en el Miami.
Era necesario salvar la visa y el confort de un apartamento en el Sur de la Florida. Se suman así a la lista de innombrables que la propia historia les ajustará cuentas. Va y seguiremos bailando con sus temas, pero por fuerza de la razón, nos resultarán más distantes y fríos, huérfanos de la calidez que nace de lo auténticamente cubano.
Muchos han asumido ese camino de oprobio, mas a la larga han resultado víctimas de su propia decisión, apenas se pueden recordar los nombres de esa lista de ausentes que sufrieron el golpe letal que propina la incoherencia y la falsedad. Esa Gente optó por emigrar indefinidamente hacia una zona donde abunda la bruma y el olvido.
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( TVYumurí )
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