Redactado por: Juan Alberto González Machado.
Realmente, me siento indignado. Muy indignado. Furioso, diría yo, con aquellos olvidadizos que manifestaron abiertamente su inconformidad con que el gobierno cubano, y con él la inmensa mayoría del pueblo, tendiera su mano solidaria al crucero británico MS Braemar, cuando su llamado de auxilio desde alta mar fue ignorado por otros países, mientras navegaba a la deriva por el mar Caribe con sus pasajeros y tripulación bajo la amenaza mortal del nuevo coronavirus, hasta encontrar puerto seguro en esta isla de la dignidad donde el principio martiano de que ¨Patria es humanidad¨ es sagrado.
Me siento
decepcionado de esos egoístas que critican el envío de brigadas médicas cubanas
a otros pueblos del mundo que piden ayuda desesperadamente ante la
imposibilidad de enfrentar por sí solos a ese nuevo enemigo común que amenaza
con aniquilar a la humanidad toda.
Me siento inconforme con esos parásitos que cuestionan, incluso, la participación de
nuestros estudiantes de medicina en las pesquisas masivas que se realizan en el
propio país para detectar a tiempo la presencia del virus y evitar así la
propagación de la enfermedad.
Esos ingratos
desconocen que nuestra historia patria no podría escribirse sin incluir
numerosos hechos de altruismo protagonizados por hijos de otros pueblos para
con Cuba desde los mismos orígenes de la nación.
Olvidan que
en fecha tan temprana como 1503, el cacique Hatuey navegó hasta Cuba desde La
Española, hoy República Dominicana y Haití, para luchar contra los
conquistadores españoles y que prefirió morir quemado vivo en la hoguera antes
que doblegarse, en 1513, convirtiéndose así en el primer mártir de la patria.
Olvidan que,
desde ese propio país, también acudió a luchar por la libertad de Cuba Máximo
Gómez Báez, quien llegó a alcanzar los grados de Generalísimo del Ejército
Libertador de Cuba, participando en las tres guerras de independencia contra el
colonialismo español.
Olvidan que,
desde un país tan lejano del continente europeo como Polonia, se nos unió
Carlos Roloff Mialofsky,
quien alcanzó los grados de Mayor General del Ejército Libertador y llegó a ser
el tesorero del Partido Revolucionario Cubano, junto al Apóstol de la Independencia de Cuba José
Martí.
Olvidan que,
desde los Estados Unidos, llegó Henry Reeve ¨El Inglesito¨, quien alcanzó los
grados de brigadier
en el Ejército Libertador de Cuba durante la Guerra de los Diez Años, y cuyo nombre identifica al Contingente Internacional de Médicos
Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias creado, precisamente, para brindar
ayuda a cuantos países lo necesiten.
Olvidan que
el más comunista de los cubanos, Ernesto ¨Che¨ Guevara de la Serna, vino de la
Argentina, ayudó a liberar a Cuba, combatió en El Congo y murió en Bolivia,
luchado por la dignidad de los pueblos oprimidos del mundo.
Olvidan que
el piloto de combate Carlos Ulloa, hijo
de Nicaragua, murió en desigual combate contra la aviación enemiga durante la
invasión mercenaria por Playa Girón en 1961.
Olvidan que
el reverendo norteamericano Lucius Walker y su caravana de la amistad burlaron
el bloqueo y apoyaron a Cuba en los momentos más difíciles del Periodo
Especial, desafiando a las autoridades de su propio país.
Olvidan que
en la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas, el Reino Unido de
Gran Bretaña e Irlanda del Norte ha votado a favor de la Resolución cubana ¨Necesidad
de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los
Estados Unidos de América contra Cuba¨, ignorando las presiones de ese país.
¿No se dan cuenta
de que le están haciendo el juego, conscientes o no, al llamado del ex
presidente de los Estados Unidos Barack Obama cuando exhortó al pueblo cubano a
¨olvidar la historia¨ durante su visita a Cuba en 2016?
Existe un refrán
popular que reza: ¨Haz bien y no mires a quién¨. No creo que un minúsculo grupito de desmemoriados vaya a cambiar esta
ancestral tradición de humanidad y solidaridad con todos y para el bien de
todos.
Bien hecho, Sr.
Presidente. Se lo aseguro. Nuestro eterno Comandante en Jefe hubiera tomado
exactamente la misma decisión. No le quepan dudas.
Marzo de
2020.
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