Eneida Matos González miraba con recelo su mata de mamey. En la esquina derecha, una de estas frutas exóticas tenía grandes dimensiones. No fue hasta que lo tumbaron cuando se dieron cuenta de que el mamey pesaba ¡más de nueve libras!.
La vecina de la calle L #36, entre Brigadier y Rojas final, rememora que el árbol se sembró hace 16 años, a partir de dos semillas que le regalaron a su esposo.
“Esta planta no fue injertada y yo le echo simplemente agua. La mata siempre se ha caracterizado por frutos grandes, imagínate que los más pequeños eran de dos libras y media.”
El mamey causó revuelo en el barrio, los vecinos lo medían y comparaban.
“Me decían que era más grande que una losa, incluso lo metimos en una cubeta de pintura. Todo el mundo estaba asombrado, ¡qué clase de mamey!.
Es una especie arbórea de la familia de las sapotáceas. La palabra “mamey” proviene del lenguaje “taíno” y es una transformación de la palabra “mami”.
El árbol era muy común en los campos cubanos, aunque hoy se le considera como una fruta exótica.
(Yunielis Moliner Isasi. Tomado de Radio 26)
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