Dámaso Pérez Prado: En esta vida las cosas no son tan casuales como imaginamos

  

 

 

 Aunque los trabajadores del Archivo Histórico de esta ciudad del occidente cubano lo mantuvieron en el más absoluto silencio y hasta alguna que otra persona, temerosa de implicaciones; sugirió no exhibirlo públicamente y menos aún durante un coloquio internacional dedicado a la figura, el respeto a la historia y sobre todo el natural cariño por ese matancero talentoso, dicharachero y mentiroso hasta el asombro, movieron la balanza hacia la revelación.

 

Resulta que a la investigadora Martha Alina Arencibia, le llamó la atención que entre la multitud de expedientes escolares que afortunadamente se conservan del Instituto de Segunda Enseñanza, en esta ciudad de los puentes y los ríos, el correspondiente al joven Dámaso Pablo Pérez Prado, resultaba más delgado que lo acostumbrado, apenas tres páginas y estaba fechado el 3 de julio de 1934.

Una simple inspección fue suficiente como para comprobar que estaba completo y sorpresivamente con un final que, de haber sido otro, el rumbo de Dámaso habría girado hacia quien sabe que insospechados derroteros.

 

Lo interesante es, que de haberse revelado con anterioridad la existencia de tal documento, se hubiese arrojado luz con agilidad y sin mayores complicaciones sobre la fecha exacta de su nacimiento, el lugar del alumbramiento y, lo más relevante: detalles incuestionables que hay circunstancias que marcan, indudablemente, el rumbo de la vida, que aportan una señal no tan fácil de descifrar.

 

Pero, curiosamente, cuando este documento descansaba bien conservado en el Archivo Histórico de Matanzas, en el inmueble cercano, en la Casa de la Memoria Escénica, un dramaturgo; en complicidad con una poetisa, recorrían la ciudad de arriba abajo con el afán de precisar la fecha de su nacimiento y compilar escritos sobre el Mambo.

 

Pero como las cosas no suceden tan caóticamente, como algunos creen; las pesquisas de Ulises Rodríguez Febles y Yanira Marimón, devino, como era de esperar de esa unión entre dramaturgo y poetiza y bajo el sello de ediciones Matanzas, una suerte de compilación sobre quien, según la consideración de musicólogos, acrisoló el Mambo y le dio forma y contenido, algo que se sustenta en el estudio de sus partituras.

Entonces, Mambo que rico é,é,è vio la luz en una suerte de palabras cruzadas que van desde el Gabo hasta Carpentier, pasando por Leonardo Acosta, Radamés Giró, Rosendo Ruiz, Gustavo Pérez Firmat y Erik Estada, entre otros; con esa marcada intensión desde lo matancero y cubano de develar aristas y consideraciones sobre un tema polémico, como le corresponde a un músico excepcional.

 

Y tales "casualidades" vinieron como anillo al dedo porque hoy acontece el Coloquio Internacional Centenario de Dámaso Pérez Prado, una suerte de retorno de "Cara de foca" a su ciudad natal; los matanceros disponen de un interesante texto sobre su coterráneo y como era de esperar, los estudios de preuniversitario no eran lo que con apenas 16 años; marcarían su vida, pero a nuestro juicio es algo que merece compilación, si nos proponemos entender la vida del Rey del Mambo. / Por José Miguel Solís - Tomado de Girón digital.