Cada año entre dos y tres millones de vidas en el mundo se salvan gracias a las vacunas, así refiere la Organización Mundial de la Salud; sin embargo, para garantizar la efectividad de estos fármacos es preciso mantener, durante su aplicación, las buenas prácticas en los procederes de enfermería.
A propósito de la Fase III de los ensayos clínicos de los candidatos vacunales anti-COVID-19 Soberana 02 y Abdala y sus respectivos estudios de intervención, miles de dosis se administran en el país bajo el estricto cumplimiento de los procesos y con la certificación de los sitios y el personal de enfermería, teniendo en cuenta su experiencia profesional.
Los investigadores promotores del Instituto Finlay de Vacunas y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, de conjunto con los departamentos de Epidemiología y Enfermería del MINSAP, fueron los encargados de la certificación, tanto de los vacunatorios de los policlínicos, como de las áreas de salud y los locales que se habilitaron para este fin.
Entre las características que deben cumplir estas instalaciones están: lugar ventilado e iluminado, con lavamanos, silla, buró para la enfermera, mesa auxiliar donde se coloca el termo con los fármacos y el material estéril; además de poseer un local para la vigilancia post-vacunal al paciente durante una hora.
Para realizar la vacunación se establece un flujograma, es decir, el voluntario llega, se dirige a la consulta donde se le realiza examen médico, medición de los signos vitales, encuesta para determinar si cumple con los criterios de inclusión y firma el consentimiento informado.
A continuación, se dirige al vacunatorio donde se le administra el candidato vacunal y luego al local de vigilancia. Cada procedimiento está diseñado para que no se entrecrucen evitar demoras y aglomeraciones.
Los directivos del Departamento de Enfermería del MINSAP recomiendan que para lograr una correcta vacunación se necesita cumplir con la técnica de la administración de la vacuna por vía intramuscular.
Debe realizarse un lavado de mano médico (con agua, jabón y solución antiséptica) en diferentes momentos: antes de preparar el material, después de seleccionado el sitio de la inyección y luego de administrar la vacuna, por lo que no es necesario utilizar guantes.
El personal de enfermería debe tener la precaución de leer el rótulo como mínimo tres veces, cerciorarse que corresponda con la vacuna indicada y que el sitio de aplicación no esté inflamado, tenga alguna lesión, herida o tatuaje que no permita identificar un evento adverso.
También, tienen que cumplir con los principios de asepsia y antisepsia para evitar la penetración de gérmenes al organismo y provocar una infección, mantener los bulbos en la temperatura que establece su fabricante y solo manipularlos cuando se va a vacunar.
Además de cumplir con las buenas prácticas para garantizar la calidad de la vacunación, el personal de enfermería debe ser comunicativo con los voluntarios, pues muchos llegan preocupados, y explicarles que algunas de las reacciones adversas pudieran ser fiebre, malestar muscular o dolor en el lugar de la inyección, así como otros eventos adversos que son inherentes a cualquier vacuna. _______________________
(https://salud.msp.gob.cu/buenas-practicas-de-enfermeria-garantia-para-una-correcta-vacunacion/ )Visto por:
Bajo estrictas medidas de seguridad, organización, rigor y disciplina transcurre en el país la intervención sanitaria aprobada por el Ministerio de Salud Pública para aplicar el candidato vacunal Abdala a grupos y territorios de riesgo, con prioridad para los trabajadores de ese sector y los estudiantes de Medicina
Según información ofrecida por Martha Ayala Ávila, miembro del Buró Político del Partido y directora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, institución creadora de Abdala, como parte del aseguramiento logístico para garantizar el éxito de la tarea, en el término de tres días se distribuyeron en toda la geografía cubana más de 889 000 dosis del inmunógeno.
Creadas las condiciones materiales, certificados los locales y listo el personal necesario, el proceso de vacunación comenzó el 10 de mayo pasado en intensas y emotivas jornadas de trabajo.
OTRAS RAZONES PARA CUIDARSE MÁS
Las matanceras Milagros, Aymé y Ninorka apreciaron como un digno homenaje al sector de la Enfermería la dispensa de iniciar en esa provincia la intervención sanitaria con el candidato vacunal Abdala, al cual se prevé tengan acceso esta vez, allí, más de 30 000 trabajadores de la Salud Pública.
«Ese gesto ratifica nuestro orgullo de ser enfermeras», sostuvo Aymé Durán, trabajadora del policlínico José Luis Dubrocq (Contreras), con casi 30 años de experiencia, quien destacó la tranquilidad, sin contratiempos, en que ha transcurrido la vacunación, persuadida de que será un éxito total.
Similar convicción compartió Elda María Peña Acosta, enfermera del hospital provincial Vladimir Ilich Lenin, de la ciudad de Holguín: «Quiero que todos los cubanos sientan alegría, como me sucede hoy. Tengo fe en ese candidato vacunal, que es seguro, como se ha comprobado científicamente».
Desde Pinar del Río, el director provincial de Salud, Ariel Godoy del Llano, insistió en que «ahora más que nunca tenemos que protegernos y velar por las medidas sanitarias para contener la pandemia», criterio ratificado por la enfermera Daima Mojena: «La vacuna significa una esperanza, pero no podemos descuidarnos».
Tras recibir la primera dosis en el policlínico de especialidades, adjunto al hospital pediátrico Eduardo Agramonte, de Camagüey, el especialista en fisiatría, Domingo Fornet Blois, reafirmó igualmente su plena confianza en el éxito de Abdala: «Es lo que esperamos todos, que sea efectiva y con un alto porciento de protección».
En Villa Clara, por su parte, correspondió a la licenciada en Estomatología Emilia González Aguilera ser la primera, entre las más de 42 000 personas previstas en esta etapa, en recibir el candidato vacunal: «Siento que Fidel está hoy aquí, conmigo».
CONFIANZA, OPTIMISMO… Y MUCHA RESPONSABILIDAD
Testimonios llenos de optimismo se han recogido también en los puntos de vacunación de las provincias de Sancti Spíritus, Cienfuegos y Ciego de Ávila, adonde acuden por estos días los trabajadores de la Salud y los estudiantes de Ciencias Médicas que permanecen en la primera línea contra la pandemia.
Continuidad del ensayo clínico iniciado en abril pasado, en Granma y Guantánamo la inmunización se extiende ahora a los municipios no incluidos entonces, como son los casos de Cauto Cristo, Río Cauto, Buey Arriba, Bartolomé Masó, Niquero, Pilón, Baracoa, San Antonio del Sur, Caimanera, Niceto Pérez, Imías y Maisí.
Los santiagueros, por su parte, aprovecharán la experiencia como centro de las tres fases del ensayo clínico con Abdala para asumir, de manera exitosa, la intervención sanitaria que tendrá lugar del 16 de mayo al 25 de junio, e incluirá primeramente a los municipios de Palma Soriano, Contramaestre, San Luis y Songo-La Maya.
Como parte de las acciones de enfrentamiento y control de la COVID-19, en el curso de esta semana se suman también a la vacunación, entre otros, el municipio especial Isla de la Juventud (donde serán vacunados todos los pobladores mayores de 19 años) y las provincias de Mayabeque y La Habana, esta última concentrada, en un inicio, en Guanabacoa, Regla, San Miguel del Padrón y La Habana del Este.
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( Granma )
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Estomatólogo recibe la primera dosis del candidato vacunal Abdala, como parte del inicio de la intervención sanitaria, en la provincia Matanzas |
Pocas reacciones adversas (leves) generó el candidato vacunal Abdala, desarrollado y producido en Cuba, durante el primer día de intervención sanitaria en la occidental provincia de Matanzas, trascendió la noche última, en encuentro del Consejo de Defensa (CDP).
Según Ailuj Casanova Barreto, directora provincial de Salud Pública, durante la administración de las primeras dosis a unos tres mil 950 trabajadores del propio sector se registraron muy pocos eventos colaterales, que se observaron y controlaron en los propios sitios de vacunación.
Arístides L. García Herrera, secretario de la comisión provincial para la intervención sanitaria, apuntó que otra vez el candidato vacunal mostró ser muy seguro, una cuestión que repercute de forma directa en la confianza que deposita la población en la intervención con Abdala, aún en fase de validación.
Médicos y enfermeras demandan conocer básicamente cuán pronto pueden vacunarse, agregó García Herrera, quien pudo constatar el correcto funcionamiento del local habilitado en la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas, uno de los más de 50 sitios que este miércoles abrieron sus puertas al personal sanitario.
No obstante, el rector refirió que se identificaron en la primera jornada aspectos en los cuales se debe trabajar para el perfeccionamiento del proceso, entre ellos la apertura de los hospitales y policlínicos destinados a la tarea exactamente a las 8:00 am, tal y como se estableció previamente.
Otro aspecto esencial es lograr que la población se hidrate con agua en el lugar, porque se identificó la sequedad en la boca como evento colateral, así como también que se alimente antes de acudir a un propósito que puede extenderse relativamente en el tiempo, de acuerdo a sus características.
Liván Izquierdo Alonso, presidente del CDP, alertó sobre la necesidad de alistar en el menor tiempo posible los 632 consultorios del médico de la familia que funcionarán como sitios de vacunación a partir del 19 venidero, fecha en que iniciará la inoculación de personas en edades comprendidas entre los 19 y los 49 años de edad.
Además, el directivo llamó la atención sobre la importancia de crear mecanismos para auxiliar con el medicamento a encamados que cumplan con los criterios de inclusión para recibir las tres dosis de Abdala.
Matanzas, con una situación compleja debido al auge de la enfermedad conocida como COVID-19, causante de la muerte de 87 pacientes, pretende para el 30 de junio venidero completar el esquema de inmunización en más de 563 mil habitantes, un 80 por ciento de la población local
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(ACN )
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Como parte del Ensayo clínico Fase III con Soberana 02, se ha aplicado la segunda dosis a 4 534 sujetos y en el Ensayo Clínico Fase III con Abdala, 22 108 sujetos, ya tienen aplicada la segunda dosis.
Ambos ensayos avanzan según cronograma previsto, teniendo en cuenta el protocolo diseñado para cada uno de los candidatos vacunales. Hasta la fecha de este reporte, no se observan eventos adversos graves.
El estudio de intervención controlada poblacional concluyó con la aplicación de la primera dosis a los 75 000 sujetos que forman parte de este estudio en La Habana. El estudio incluyó a los dos candidatos vacunales: Soberana 02 y Abdala.
Fuente de los datos de Ensayo clínico Fase III: Centros coordinadores del Instituto Finlay de Vacunas y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.
Fuente de los datos del estudio de intervención poblacional: Ciencia e Innovación Minsap.
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( Cuba Debate)
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Rolando Ochoa Azze, Investigador y Profesor Titular de esa institución, explicó en comparecencia televisiva que el proceso incorporará a quienes tuvieron la enfermedad con un cuadro clínico leve y a los asintomáticos, y también a los recuperados tras padecer el nuevo coronavirus de manera moderada.
Al igual, precisó, comprenderá un rango de edad mayor, en sujetos de 19 a 80 años, y podrán participar aquellos con obesidad grado I.
Señaló que continuarán incluyendo a personas con padecimientos crónicos, sin importar cuales sean, siempre y cuando estén compensados en el momento del reclutamiento, y al igual que el resto hayan transcurrido dos meses o más desde su alta hospitalaria, como garantía de su completa recuperación.
El especialista añadió que el ensayo se realizará fundamentalmente en el Instituto de Hematología e Inmunología y evaluará la respuesta inmune protectora del producto, su seguridad y reactogenicidad.
Detalló que se aplicará placebo a un pequeño grupo de los reclutados, pero una vez termine el estudio todos recibirán Soberana Plus, y como solo se requiere una dosis se prevé la culminación a los 28 días.
Lea aquí: Aprueban inicio de ensayo clínico Fase II de candidato vacunal cubano anti-COVID-19 Soberana Plus
Ochoa Azze insistió en que esta etapa llega tras haber concluido satisfactoriamente la primera fase, en la cual se demostraron positivos indicadores del candidato, con la inducción de elevados niveles de anticuerpos neutralizantes contra el virus y la capacidad de protegerse de una reinfección.
Asimismo comentó que la tasa de eventos adversos fue mucho más baja que los reportados en estudios internacionales, pues se limitaron prácticamente a dolor en el sitio de inoculación y enrojecimiento en la zona en algunos casos.
Menos del 20 por ciento de los vacunados tuvieron algún tipo de reacción adversa, ninguna grave, y no se detectaron eventos severos, precisó el doctor.
Explicó que todavía no se incluyen quienes sufrieron una COVID-19 grave o crítica, porque ellos presentan títulos de anticuerpos neutralizantes superiores, y también por su propia seguridad, pues su salud estuvo muy delicada.
No obstante, dijo que cuando avancen los estudios se valorará la posibilidad de sumar otros grupos poblacionales.
El investigador aclaró que en el mundo sí se ha reportado reinfección con SARS-CoV-2 en individuos con bajos niveles de anticuerpos neutralizantes, especialmente a raíz de la emergencia de nuevas cepas y, por tanto, esa vacunación resulta necesaria para proteger a los convalecientes, casi 90 mil en Cuba.
Puntualizó que se emplea Soberana Plus y no otro candidato vacunal, porque este es capaz de accionar directamente sobre las células B de memoria y activarlas para producir anticuerpos, y su reactividad es considerablemente menor debido a su formulación.
Acorde con esas características, agregó Ochoa Azze, este medicamento también es idóneo como dosis de refuerzo para la Soberana 01 y la 02, de ahí su nombre, que da idea de adicionar, profundizar, perfeccionar y ampliar una respuesta.
El profesor culminó su intervención enfatizando en que todos debemos cuidarnos, incluso quienes reciban Soberana Plus, pues en el caso de la COVID-19 se necesitará vacunar a alrededor de un 80 o 90 por ciento de la población para poder hablar de inmunidad de rebaño, y eso solo será posible con la vacunación masiva.
Soberana Plus se basa en proteínas recombinantes de la región del virus que se unen al receptor sobre las células humanas, y dos moléculas de esta proteína están acopladas para aumentar la inmunogenicidad.
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( ACN)
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A finales de este mes, en La Habana comenzará la intervención poblacional con esos candidatos vacunales; se vacunarían 1,6 millones de sus habitantes
Hoy comienza la aplicación de la segunda dosis de los candidatos vacunales Soberana 02 y Abdala, a los voluntarios del ensayo clínico fase III, anunció BioCubaFarma, a través de su cuenta en la red social Twitter.
En tal sentido, informó que concluyó este 3 de abril la aplicación de la primera dosis de Abdala en el voluntario 48 000. El doctor en Ciencias Francisco Hernández refirió que haber logrado reclutar a 48 000 voluntarios, en solo diez días, y que todos tengan la primera dosis aplicada, ha sido una epopeya, fruto del trabajo integrado de muchas instituciones y de la participación y confianza de la población.
Entre las características del ensayo de Abdala se encuentran que continua siendo controlado, con placebo y a doble ciegas, en el que se administran tres dosis a los cero, 14 y 28 días.
La primera etapa de la fase III de los ensayos clínicos del candidato vacunal Soberana 02, que incluyó a 44 010 voluntarios y se desarrolló en La Habana hasta el 30 de marzo, culminó en apenas 18 días, con resultados alentadores, que van confirmando la alta eficacia en términos de la seguridad del producto y la respuesta inmune que está generando contra el SARS-COV-2.
Concluyó hoy la aplicación de la 1ra dosis de #Abdala, en el voluntario 48 mil, del Ensayo Clínico Fase III. El próximo lunes 5 de abril, inicia la aplicación de la 2da dosis de este candidato vacunal #VcaunasCubanasCovid19. pic.twitter.com/op2rBve54w
— BioCubaFarma (@BioCubaFarma) April 3, 2021
Soberana 02, el primer candidato antiCOVID-19 de la Isla que comenzó los ensayos, tiene un esquema más largo de inyecciones: a los cero, 28 y 56 días.
Según Ileana Morales, directora de Ciencia e Innovación y Tecnología del Ministerio de Salud, en mayo se realizará un estudio de intervención en 1,7 millones de personas en La Habana.
Eso se sumará a uno que ya ha comenzado en la ciudad para 150 000 trabajadores de la primera línea de enfrentamiento a la enfermedad.
En la Mesa Redonda, Ileana Morales afirmó que las autoridades podrían solicitar en junio la aprobación para el uso de emergencia de Abdala y Soberana 02, que se dirigen a la proteína de pico del nuevo coronavirus.
Esa vacunación masiva comenzaría con los grupos de mayor riesgo, incluidos los mayores de 60 años y los trabajadores de la Salud. Para agosto, seis millones de personas deberían haber recibido una vacuna, con los 11 millones de habitantes del archipiélago vacunados para fin de año, aseguró.
Los Candidatos vacunales #Soberana02 y #Abdala inician el próximo lunes 5, la aplicación de 2da dosis a los voluntarios captados en el marco del Ensayo Clínico Fase III. #VacunasCubanasCovid19.
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(Granma )
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El Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR), en esta capital, uno de los centros participantes en el estudio de intervención de Soberana 02, prevé concluir hoy la aplicación de la primera dosis de ese candidato vacunal a todo su personal.
Con ese fin desde el jueves 25 se establecieron tres sitios de vacunación que abarcarían a los mil 200 trabajadores (a excepción de quienes no están aptos) a razón de 300 diariamente, explicó a la Agencia Cubana de Noticias el doctor José Antonio Soutuyo Pérez, investigador principal del estudio de intervención en la institución.
Detalló que diseñaron un cronograma por subdirecciones y departamentos para que todos los voluntarios entraran a los vacunatorios escalonadamente, y que no existiera aglomeración.
Cada local empleado tiene su misión y función, primero van al área de espera, luego pasan a enfermería a tomarse los signos vitales y después a la consulta del médico, donde se evalúa y determina si se incluyen en el estudio, de acuerdo con los criterios de inclusión-exclusión y con previa aprobación del sujeto y su consentimiento informado, indicó el doctor.
Posteriormente en el vacunatorio reciben el inmunógeno, firman y se les entrega una tarjeta que certifica la primera dosis; documento que los identifica como sujetos de la investigación y que deberán presentar en posteriores inmunizaciones al día 28 con la segunda dosis de Soberana 02 y al 56 con Soberana Plus.
Lee más: Avanza Cuba en ensayos clínicos contra COVID-19
A continuación, los vacunados pasan al área de observación donde les toman los signos vitales y permanecen una hora por si ocurriese alguna reacción adversa severa, para lo cual cuentan con un área de apoyo vital, aclaró Soutuyo Pérez.
Precisó que los trabajadores del Oncológico (como se le conoce) han mostrado muy buena aceptación y solo no participan del estudio aquellos que tuvieron COVID-19, alguna infección aguda, quienes estén con tratamientos de esteroides, antibióticos o tengan patologías descompensadas, las embarazadas, puérperas y las mujeres que estén lactando, según los criterios de exclusión del estudio.
A su vez, puntualizó que se clasificaron los alérgicos al timerosal para vacunarlos también.
Con respecto a los servicios de la institución, refirió que se trasladaron hacia otros departamentos para que no interfieran con la vacunación de Soberana 02 y durante estos días el hospital se mantuvo trabajando al 100 por ciento, como lo ha hecho desde el 11 de marzo.
Lee más: Informan sobre avances de vacunación en ensayos clínicos de Soberana 02 y Abdala
En un centro como este, con la demanda de atenciones que posee, es una seguridad y una garantía estar vacunados, y para la familia también por el riesgo que implica el trato a los pacientes, aunque esta no sea una unidad COVID-19, señaló el investigador principal.
Por su parte, el doctor Guillermo Roblejo Fonseca, vicedirector primero del INOR, dijo a la ACN que están orgullosos de ser reconocidos por el MINSAP con esta vacunación, gracias al trabajo desarrollado durante estos meses.
Destacó que durante toda la pandemia mantuvieron sus servicios, tanto las consultas, los medios de diagnóstico y las intervenciones quirúrgicas.
Expresó que para mantener la vitalidad de la asistencia, al ser el cáncer una enfermedad que no puede esperar, los trabajadores alternaban durante 15 días y otros se mantuvieron en teletrabajo.
Dijo que el Instituto es una entidad de referencia nacional en su especialidad y donde único se ofrece el servicio de radioterapia en este momento; por lo que cuando el transporte en el país se limitó, aún así llegaron a la capital pacientes desde el resto del país con el apoyo del Ministerio del Transporte, a través de taxis y gacelas en función de los casos oncológicos.
El cáncer es una enfermedad que no se puede prorrogar, al ser la segunda causa de muerte en la población cubana, y solo en el INOR de lunes a viernes se clasifican un promedio de 150 pacientes y de ellos se inscriben entre 25 y 30 cada día, manifestó.
Por el trabajo realizado, el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología recibió el 4 de noviembre de 2020 la Bandera de Proeza Laboral, conferida por la Central de Trabajadores de Cuba.
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(ACN )
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"En este envase
Hay desvelos, sobrecargas
De estrellas hoy encendidas
Por aquel sol de luz larga
En esta dosis
Están la fe y la fuerza de un país"
Dos candidatos vacunales cubanos contra la COVID-19 han entrado en la decisiva Fase III de sus ensayos clínicos. Una noticia que ha alegrado a todo un país, fortificado sus esperanzas, fortalecido su autoestima.
Cuba es la única nación latinoamericana y del Tercer Mundo que ha llegado a ese escalón con un par de proyectos de antídotos inyectables y otros tres candidatos en fases más tempranas de desarrollo. Un resultado que lamentablemente es prácticamente imposible para la inmensa mayoría de las naciones de este mundo.
La investigación, producción y comercialización de vacunas está en muy pocas manos, sólo grandes empresas del mundo desarrollado o emergente. El triste "apartheid de las vacunas" que estamos viviendo, en medio de esta crisis sanitaria global, es una reveladora muestra de los rumbos a que conducen el avasallador monopolio transnacional, el afán desmedido de lucro, la perversa dictadura del mercado.
Un año después de esta pandemia, la situación actual con respecto a las vacunas se parece mucho a la lucha mundial por suministros médicos durante el brote global inicial de COVID-19, cuando varios gobiernos actuaban por puro interés propio en bochornosa rebatiña.
Mientras unos pocos países se han asegurado vacunas por cantidades tres o cuatro veces superiores a su población; decenas de naciones aún no han podido contar siquiera con una dosis para inmunizar al menos a sus poblaciones más vulnerables y de riesgo. Se estima que el 90% de los habitantes de los casi 70 países de más bajos ingresos no tendrán oportunidad de vacunarse en este año contra la COVID-19.
Con mirada previsora, el Gobierno cubano visualizó esa probable situación de un mundo dividido entre quienes pueden producir vacunas y los que no, entre quienes poseen recursos financieros para comprarlas y los que no; conociendo también que las capacidades globales actuales de fabricación de vacunas son insuficientes para producir las miles de millones de dosis que se requieren para inmunizar a toda la población del planeta en este año. Cuba apostó desde el principio por una solución soberana frente al desafío sanitario.
Contaba para ello con el enorme caudal de conocimientos forjado por la Revolución, el extraordinario potencial del Polo Científico creado por Fidel y la fortaleza de un sistema público, gratuito y universal de Salud Pública, erigido a lo largo de estas seis décadas de Socialismo en Cuba.
Menos de un año después de que el Presidente cubano convocara a poner conocimientos y corazón en la colosal tarea de buscar una vacuna cubana contra la COVID-19, se está obrando el milagro. Más de 90 mil cubanos de cuatro provincias participan ya en el ensayo clínico Fase III de Soberana 02 y Abdala. Otros 150 mil se irán sumando en las próximas semanas en un ensayo de intervención autorizado en grupos de riesgo.
Entre ellos están unos 70 mil científicos y trabajadores de la salud de todo el país. Los unos, artífices de la proeza de lograr no 1, sino 5 candidatos vacunales. Los otros, héroes del combate diario contra la terrible enfermedad que se resiste a ser domada, desde los consultorios médicos en los barrios hasta la Zona Roja de los hospitales.
Cuba le dio la prioridad a esos hombres y mujeres que están en los más difíciles y contagiosos lugares, y que merecen la admiración, el respeto y toda la protección posible.
En apenas unas horas ya miles de ellos llevan la primera dosis, con la confianza en la seguridad y eficacia de nuestras vacunas, desarrolladas con toda la sabia científica acumulada en el país y sometidos a los más rigurosos controles necesarios para un audaz empeño como este.
Mientras algunos agoreros del mal se refocilaban a principios de mes con titulares iracundos y manipuladores como "Cuba es el único país de América Latina que aún no ha vacunado a nadie"; el Gobierno, las instituciones científicas, los entes reguladores y el sistema nacional de salud daban pasos seguros para iniciar la etapa decisiva de demostración de la eficacia de los candidatos vacunales líderes del país, y allanando el camino para proteger a la población cubana antes de que finalice el 2021. Pocos países podrán hacerlo. Ninguno entre las naciones pobres.
Cuando otros mentirosos consuetudinarios han intentado cuestionar la calidad de nuestras vacunas y hasta han buscado infundir miedo con supuestas reacciones adversas en infantes; presidentes, personalidades, importantes medios de comunicación de nuestra región y el mundo han mostrado su admiración y confianza por esos resultados de la ciencia cubana.
Todavía queda camino por andar. La transmisión no se corta, dicen los expertos, hasta que la mayoría de la población haya sido inmunizada. Por eso hay que seguir actuando con mucha responsabilidad y disciplina.
Nuestro pueblo ha sido indiscutible protagonista de esta obra de pensamiento y amor. Han sido más los dispuestos para los ensayos clínicos que los necesarios. Cada paso hacia adelante en los proyectos ha sido celebrado como algo propio por todos los cubanos de bien. Todavía emocionan las imágenes de nuestros compatriotas orientales vitoreando la caravana que transportaba los bulbos de Abdala hacia Santiago, Guantánamo y Granma.
Y es que Soberana, Abdala, Mambisa, son más que vacunas, son un país. Ellas encierran los sueños de un pueblo humilde pero digno, que ha tenido que librar batallas extraordinarias por su independencia y su propia existencia. Son la representación de un sistema político y de salud que ha puesto siempre al ser humano en el centro de sus decisiones; son la obra de Fidel -que luchó siempre por tener un país de hombres y mujeres de ciencia y de pensamiento-; son la voluntad política y el actuar sin descanso de un gobierno dedicado a su gente por sobre los más difíciles desafíos; son el resultado del conocimiento, la osadía, la experiencia, el tiempo y el esfuerzo de extraordinarios científicos; son la confianza de una nación en sus propias fuerzas y en su capacidad de resistencia; son orgullo y compromiso con los destinos de este archipiélago y el mundo. Más que vacunas, en esos bulbos va toda la fuerza de un país.
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( ACN )
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Por aquel sol de luz larga
En esta dosis
Están la fe y la fuerza de un país"
Dos candidatos vacunales cubanos contra la COVID-19 han entrado en la decisiva Fase III de sus ensayos clínicos. Una noticia que ha alegrado a todo un país, fortificado sus esperanzas, fortalecido su autoestima.
Cuba es la única nación latinoamericana y del Tercer Mundo que ha llegado a ese escalón con un par de proyectos de antídotos inyectables y otros tres candidatos en fases más tempranas de desarrollo. Un resultado que lamentablemente es prácticamente imposible para la inmensa mayoría de las naciones de este mundo.
La investigación, producción y comercialización de vacunas está en muy pocas manos, sólo grandes empresas del mundo desarrollado o emergente. El triste "apartheid de las vacunas" que estamos viviendo, en medio de esta crisis sanitaria global, es una reveladora muestra de los rumbos a que conducen el avasallador monopolio transnacional, el afán desmedido de lucro, la perversa dictadura del mercado.
Un año después de esta pandemia, la situación actual con respecto a las vacunas se parece mucho a la lucha mundial por suministros médicos durante el brote global inicial de COVID-19, cuando varios gobiernos actuaban por puro interés propio en bochornosa rebatiña.
Mientras unos pocos países se han asegurado vacunas por cantidades tres o cuatro veces superiores a su población; decenas de naciones aún no han podido contar siquiera con una dosis para inmunizar al menos a sus poblaciones más vulnerables y de riesgo. Se estima que el 90% de los habitantes de los casi 70 países de más bajos ingresos no tendrán oportunidad de vacunarse en este año contra la COVID-19.
Con mirada previsora, el Gobierno cubano visualizó esa probable situación de un mundo dividido entre quienes pueden producir vacunas y los que no, entre quienes poseen recursos financieros para comprarlas y los que no; conociendo también que las capacidades globales actuales de fabricación de vacunas son insuficientes para producir las miles de millones de dosis que se requieren para inmunizar a toda la población del planeta en este año. Cuba apostó desde el principio por una solución soberana frente al desafío sanitario.
Contaba para ello con el enorme caudal de conocimientos forjado por la Revolución, el extraordinario potencial del Polo Científico creado por Fidel y la fortaleza de un sistema público, gratuito y universal de Salud Pública, erigido a lo largo de estas seis décadas de Socialismo en Cuba.
Menos de un año después de que el Presidente cubano convocara a poner conocimientos y corazón en la colosal tarea de buscar una vacuna cubana contra la COVID-19, se está obrando el milagro. Más de 90 mil cubanos de cuatro provincias participan ya en el ensayo clínico Fase III de Soberana 02 y Abdala. Otros 150 mil se irán sumando en las próximas semanas en un ensayo de intervención autorizado en grupos de riesgo.
Entre ellos están unos 70 mil científicos y trabajadores de la salud de todo el país. Los unos, artífices de la proeza de lograr no 1, sino 5 candidatos vacunales. Los otros, héroes del combate diario contra la terrible enfermedad que se resiste a ser domada, desde los consultorios médicos en los barrios hasta la Zona Roja de los hospitales.
Cuba le dio la prioridad a esos hombres y mujeres que están en los más difíciles y contagiosos lugares, y que merecen la admiración, el respeto y toda la protección posible.
En apenas unas horas ya miles de ellos llevan la primera dosis, con la confianza en la seguridad y eficacia de nuestras vacunas, desarrolladas con toda la sabia científica acumulada en el país y sometidos a los más rigurosos controles necesarios para un audaz empeño como este.
Mientras algunos agoreros del mal se refocilaban a principios de mes con titulares iracundos y manipuladores como "Cuba es el único país de América Latina que aún no ha vacunado a nadie"; el Gobierno, las instituciones científicas, los entes reguladores y el sistema nacional de salud daban pasos seguros para iniciar la etapa decisiva de demostración de la eficacia de los candidatos vacunales líderes del país, y allanando el camino para proteger a la población cubana antes de que finalice el 2021. Pocos países podrán hacerlo. Ninguno entre las naciones pobres.
Cuando otros mentirosos consuetudinarios han intentado cuestionar la calidad de nuestras vacunas y hasta han buscado infundir miedo con supuestas reacciones adversas en infantes; presidentes, personalidades, importantes medios de comunicación de nuestra región y el mundo han mostrado su admiración y confianza por esos resultados de la ciencia cubana.
Todavía queda camino por andar. La transmisión no se corta, dicen los expertos, hasta que la mayoría de la población haya sido inmunizada. Por eso hay que seguir actuando con mucha responsabilidad y disciplina.
Nuestro pueblo ha sido indiscutible protagonista de esta obra de pensamiento y amor. Han sido más los dispuestos para los ensayos clínicos que los necesarios. Cada paso hacia adelante en los proyectos ha sido celebrado como algo propio por todos los cubanos de bien. Todavía emocionan las imágenes de nuestros compatriotas orientales vitoreando la caravana que transportaba los bulbos de Abdala hacia Santiago, Guantánamo y Granma.
Y es que Soberana, Abdala, Mambisa, son más que vacunas, son un país. Ellas encierran los sueños de un pueblo humilde pero digno, que ha tenido que librar batallas extraordinarias por su independencia y su propia existencia. Son la representación de un sistema político y de salud que ha puesto siempre al ser humano en el centro de sus decisiones; son la obra de Fidel -que luchó siempre por tener un país de hombres y mujeres de ciencia y de pensamiento-; son la voluntad política y el actuar sin descanso de un gobierno dedicado a su gente por sobre los más difíciles desafíos; son el resultado del conocimiento, la osadía, la experiencia, el tiempo y el esfuerzo de extraordinarios científicos; son la confianza de una nación en sus propias fuerzas y en su capacidad de resistencia; son orgullo y compromiso con los destinos de este archipiélago y el mundo. Más que vacunas, en esos bulbos va toda la fuerza de un país.
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( ACN )
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Cuba producirá todas las vacunas requeridas para su población. |
BioCubaFarma afirmó que seis líneas están en función de producir las vacunas y, a más tardar, en el mes de agosto de este año habrán fabricado las dosis requeridas para inmunizar a toda la población cubana
El Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos aprobó el segundo ensayo clínico fase III a ejecutarse en el país para otro de los candidatos vacunales cubanos dedicados a prevenir la covid-19. Mientras, el grupo empresarial de las industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma) afirmó, en Twitter, que seis líneas de producción en varias empresas de ese grupo están en función de producir las vacunas, y a más tardar, en el mes de agosto de este año habrán fabricado las dosis requeridas para inmunizar a toda la población del archipiélago.
Según el Cecmed, la aprobación emitida para Abadala está avalada por los resultados de seguridad e inmunogenicidad que mostró el producto, como parte de los ensayos clínicos fase I y II, por lo que se consideró que el candidato puede ampliar su desarrollo clínico, pasando a esta fase superior, que involucra la participación de un mayor número de voluntarios. Un reporte de la televisión nacional dio cuenta de que se realizará la próxima semana, en las cabeceras provinciales de Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo, e incluirá a 48 000 personas, y de acuerdo con el Cecmed, permitirá demostrar la eficacia del producto según los criterios nacionales e internacionales establecidos y recomendados por la Organización Mundial de la Salud para este tipo de vacunas.
En cuanto a la producción, BioCubaFarma explicó que podrán incorporarse otras líneas, de ser necesario, pero que contar con estos sistemas productivos garantiza tener el volumen requerido para vacunar a nuestra población.
El doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, ya había afirmado que, a medida que se perfilaron las variantes de las vacunas, se estructuraron los sistemas productivos para que, una vez demostradas su seguridad y eficacia, pudiéramos disponer de millones de dosis. De esa manera, esta entidad rectora de las investigaciones y producciones farmacéuticas en el país, afianza el propósito de que en el presente año toda la población sea vacunada.
La garantía está en la evolución que llevan los ensayos clínicos de dos de los inyectables más importantes, Soberana 02 y Abdala, cuyas pruebas continúan con normalidad durante las etapas esenciales para la evaluación de su seguridad y eficacia.
Cuba también coopera con varios países con el propósito de combatir la pandemia que azota al mundo. Entre las colaboraciones de la Mayor de las Antillas, incluidas en la estrategia cubana para el desarrollo de vacunas contra la enfermedad, figuran las emprendidas con China, Venezuela, Irán y México.
En esta línea de acción se inserta, justamente, la firma, el pasado 8 de enero, de un acuerdo entre el Instituto Finlay de Vacunas (IFV), de Cuba, y el Instituto Pasteur, de Irán, con el objetivo de realizar un ensayo clínico fase iii del candidato vacunal ANTI-COVID-19 Soberana 02, para evaluar, de acuerdo con el IFV, la eficacia del inmunógeno cubano, el más adelantado de los cinco candidatos vacunales que desarrolla el país.
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( Granma )
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Cuba producirá todas las vacunas requeridas para su población. |
BioCubaFarma afirmó que seis líneas están en función de producir las vacunas y, a más tardar, en el mes de agosto de este año habrán fabricado las dosis requeridas para inmunizar a toda la población cubana
El Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos aprobó el segundo ensayo clínico fase III a ejecutarse en el país para otro de los candidatos vacunales cubanos dedicados a prevenir la covid-19. Mientras, el grupo empresarial de las industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma) afirmó, en Twitter, que seis líneas de producción en varias empresas de ese grupo están en función de producir las vacunas, y a más tardar, en el mes de agosto de este año habrán fabricado las dosis requeridas para inmunizar a toda la población del archipiélago.
Según el Cecmed, la aprobación emitida para Abadala está avalada por los resultados de seguridad e inmunogenicidad que mostró el producto, como parte de los ensayos clínicos fase I y II, por lo que se consideró que el candidato puede ampliar su desarrollo clínico, pasando a esta fase superior, que involucra la participación de un mayor número de voluntarios. Un reporte de la televisión nacional dio cuenta de que se realizará la próxima semana, en las cabeceras provinciales de Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo, e incluirá a 48 000 personas, y de acuerdo con el Cecmed, permitirá demostrar la eficacia del producto según los criterios nacionales e internacionales establecidos y recomendados por la Organización Mundial de la Salud para este tipo de vacunas.
En cuanto a la producción, BioCubaFarma explicó que podrán incorporarse otras líneas, de ser necesario, pero que contar con estos sistemas productivos garantiza tener el volumen requerido para vacunar a nuestra población.
El doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, ya había afirmado que, a medida que se perfilaron las variantes de las vacunas, se estructuraron los sistemas productivos para que, una vez demostradas su seguridad y eficacia, pudiéramos disponer de millones de dosis. De esa manera, esta entidad rectora de las investigaciones y producciones farmacéuticas en el país, afianza el propósito de que en el presente año toda la población sea vacunada.
La garantía está en la evolución que llevan los ensayos clínicos de dos de los inyectables más importantes, Soberana 02 y Abdala, cuyas pruebas continúan con normalidad durante las etapas esenciales para la evaluación de su seguridad y eficacia.
Cuba también coopera con varios países con el propósito de combatir la pandemia que azota al mundo. Entre las colaboraciones de la Mayor de las Antillas, incluidas en la estrategia cubana para el desarrollo de vacunas contra la enfermedad, figuran las emprendidas con China, Venezuela, Irán y México.
En esta línea de acción se inserta, justamente, la firma, el pasado 8 de enero, de un acuerdo entre el Instituto Finlay de Vacunas (IFV), de Cuba, y el Instituto Pasteur, de Irán, con el objetivo de realizar un ensayo clínico fase iii del candidato vacunal ANTI-COVID-19 Soberana 02, para evaluar, de acuerdo con el IFV, la eficacia del inmunógeno cubano, el más adelantado de los cinco candidatos vacunales que desarrolla el país.
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( Granma )
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Hace dos meses llegué corriendo al Policlínico 19 de abril. Era el día del reclutamiento, me habían citado a los once, pero a las diez estaba en el lugar. Tenía el corazón a mil. ¿Y si tengo la presión alta? ¿Y si no clasifico? ¿Y si…? Miles de preguntas, mientras me quitaba los zapatos y ponía los pies en el piso. Dicen que alivia la tensión, no sé, yo me empecé a relajar.
No es fácil entrar a un ensayo clínico. Lo supe entonces. Todo tiene que estar perfecto, o al menos totalmente controlado. En el salón del primer encuentro coincidí con personas de todo tipo. Había una señora que ponía música clásica en su celular, creo que nos quería relajar a todos; había un muchacho fuerte, que debe haberse gastado horas y horas de ejercicios, tenía un tatuaje enorme en un hombro, en el otro no (de lo contrario, no entraba al estudio); había una pareja que mientras esperaba, cazaba combos en TuEnvío; había un padre con su hijo; un hombre que leía a Padura; dos abuelos a los que le presté bolígrafo para que firmaran su consentimiento informado.
Una doctora –joven y con presentación en power point – nos puso al tanto de todo: podían participar ciudadanos cubanos, entre 19 y 80 años; no serían incluidos quienes tuvieran alguna condición médica descompensada; estaríamos aleatoriamente en dos grupos de tratamiento, los que recibirían el candidato vacunal y los de la formulación placebo “que no tiene el componente responsable de inducir una respuesta inmune contra el SARS-CoV-2”; era requisito de la investigación comparar la respuesta inducida por la vacunación contra el grupo que no la recibía; en caso de caer en el segundo, accederíamos igual la Soberana 02 cuando terminara el ensayo clínico. Nadie se iría en blanco.
Con los días vinieron largos interrogatorios, diría mi madre que “querían saber hasta dónde el jején puso el huevo,” exámenes físicos rigurosos, incluso test de embarazo para las mujeres en edad fértil, varias pruebas de PCR, extracción de sangre, los pinchazos en el hombro (mi izquierdo siempre), las consultas de seguimiento a las 24, a las 48 y a las 72 horas, el diario de efectos adversos que en mi caso solo tuvo marcada hasta ahora la primera casilla: dolor en el sitio de la vacunación, que no interfirió en la actividad diaria y no necesitó medicamentos. Lo demás – un rosario de posibles malestares – nunca ocurrió.
Este domingo fui a hacerme el último PCR. Si todo sale bien (mucho me he cuidado en estos días de estudio, a pesar de la posible inmunización) debo recibir la tercera dosis el 24 de marzo. La primera fue el 27 de enero, recuerdo que esa noche la terminé en la fragua martiana en un homenaje a Martí. La segunda ocurrió el 24 de febrero, otro día digno para la Patria.
Poner el hombro para Soberana 02 ha sido también una vuelta a esa historia de hombres y mujeres emancipados, valientes, entregados a su nación de todas las maneras posibles. Hubo quien puso el pecho, hubo quien puso literalmente la vida, y por ellos estamos aquí: haciendo vacunas en medio de un mundo cada vez más desigual, más egoísta. Y gracias a aquellos ejemplos de desprendimientos personales cientos de cubanos, con los ojos cerrados, se están apuntando como voluntarios y se están convirtiendo en letras y números por el bien de otros.
El 19 de mayo del 2020 el presidente Díaz-Canel visitó el Centro de Neurociencias de Cuba. Luego del recorrido, en un teatro de la institución, convocó a los científicos a lograr “nuestra vacuna para tener soberanía”, aunque haya de otros países, les dijo, nosotros necesitamos la nuestra. Eran días difíciles, de mucha incertidumbre para todos. Pero ni en el mejor de mis sueños imaginé que, menos de un año después de escribir sobre ese momento, sería voluntaria, precisamente, del primer candidato vacunal de Cuba contra la COVID-19.
Ahora tenemos Soberana 02 en la capital; Abdala en Santiago, Guantánamo y Granma; Soberana 01 alistándose para llegar a Cienfuegos; Soberana Plus para los convalecientes; y Mambisa también en estudios. Algunos cientos estamos terminando fase dos, unos miles empezando la tres, y otros 150 mil a punto de pincharse como parte de un estudio de intervención recién aprobado. Las fases se solapan, no solo en Cuba, también en el mundo, en una carrera por la vida que de otra manera tardaría años. Las horas de desvelo de nuestros científicos se están haciendo realidad en millones de frascos y es ¡increíble!
Este miércoles pondré el hombro por tercera vez. Cada vez que lo he hecho cierro los ojos, no por temor, jamás he tenido miedo a las vacunas, menos a esta que nos salvará a todos. Cierro los ojos y pienso en Carmen y Elena, mis hijas, que hace un año viven días de incertidumbres y cero abrazos. Pongo el hombro por Cuba y por ellas. No hay mayor impulso para hacerlo.
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(Cuba Debate )
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Hace dos meses llegué corriendo al Policlínico 19 de abril. Era el día del reclutamiento, me habían citado a los once, pero a las diez estaba en el lugar. Tenía el corazón a mil. ¿Y si tengo la presión alta? ¿Y si no clasifico? ¿Y si…? Miles de preguntas, mientras me quitaba los zapatos y ponía los pies en el piso. Dicen que alivia la tensión, no sé, yo me empecé a relajar.
No es fácil entrar a un ensayo clínico. Lo supe entonces. Todo tiene que estar perfecto, o al menos totalmente controlado. En el salón del primer encuentro coincidí con personas de todo tipo. Había una señora que ponía música clásica en su celular, creo que nos quería relajar a todos; había un muchacho fuerte, que debe haberse gastado horas y horas de ejercicios, tenía un tatuaje enorme en un hombro, en el otro no (de lo contrario, no entraba al estudio); había una pareja que mientras esperaba, cazaba combos en TuEnvío; había un padre con su hijo; un hombre que leía a Padura; dos abuelos a los que le presté bolígrafo para que firmaran su consentimiento informado.
Una doctora –joven y con presentación en power point – nos puso al tanto de todo: podían participar ciudadanos cubanos, entre 19 y 80 años; no serían incluidos quienes tuvieran alguna condición médica descompensada; estaríamos aleatoriamente en dos grupos de tratamiento, los que recibirían el candidato vacunal y los de la formulación placebo “que no tiene el componente responsable de inducir una respuesta inmune contra el SARS-CoV-2”; era requisito de la investigación comparar la respuesta inducida por la vacunación contra el grupo que no la recibía; en caso de caer en el segundo, accederíamos igual la Soberana 02 cuando terminara el ensayo clínico. Nadie se iría en blanco.
Con los días vinieron largos interrogatorios, diría mi madre que “querían saber hasta dónde el jején puso el huevo,” exámenes físicos rigurosos, incluso test de embarazo para las mujeres en edad fértil, varias pruebas de PCR, extracción de sangre, los pinchazos en el hombro (mi izquierdo siempre), las consultas de seguimiento a las 24, a las 48 y a las 72 horas, el diario de efectos adversos que en mi caso solo tuvo marcada hasta ahora la primera casilla: dolor en el sitio de la vacunación, que no interfirió en la actividad diaria y no necesitó medicamentos. Lo demás – un rosario de posibles malestares – nunca ocurrió.
Este domingo fui a hacerme el último PCR. Si todo sale bien (mucho me he cuidado en estos días de estudio, a pesar de la posible inmunización) debo recibir la tercera dosis el 24 de marzo. La primera fue el 27 de enero, recuerdo que esa noche la terminé en la fragua martiana en un homenaje a Martí. La segunda ocurrió el 24 de febrero, otro día digno para la Patria.
Poner el hombro para Soberana 02 ha sido también una vuelta a esa historia de hombres y mujeres emancipados, valientes, entregados a su nación de todas las maneras posibles. Hubo quien puso el pecho, hubo quien puso literalmente la vida, y por ellos estamos aquí: haciendo vacunas en medio de un mundo cada vez más desigual, más egoísta. Y gracias a aquellos ejemplos de desprendimientos personales cientos de cubanos, con los ojos cerrados, se están apuntando como voluntarios y se están convirtiendo en letras y números por el bien de otros.
El 19 de mayo del 2020 el presidente Díaz-Canel visitó el Centro de Neurociencias de Cuba. Luego del recorrido, en un teatro de la institución, convocó a los científicos a lograr “nuestra vacuna para tener soberanía”, aunque haya de otros países, les dijo, nosotros necesitamos la nuestra. Eran días difíciles, de mucha incertidumbre para todos. Pero ni en el mejor de mis sueños imaginé que, menos de un año después de escribir sobre ese momento, sería voluntaria, precisamente, del primer candidato vacunal de Cuba contra la COVID-19.
Ahora tenemos Soberana 02 en la capital; Abdala en Santiago, Guantánamo y Granma; Soberana 01 alistándose para llegar a Cienfuegos; Soberana Plus para los convalecientes; y Mambisa también en estudios. Algunos cientos estamos terminando fase dos, unos miles empezando la tres, y otros 150 mil a punto de pincharse como parte de un estudio de intervención recién aprobado. Las fases se solapan, no solo en Cuba, también en el mundo, en una carrera por la vida que de otra manera tardaría años. Las horas de desvelo de nuestros científicos se están haciendo realidad en millones de frascos y es ¡increíble!
Este miércoles pondré el hombro por tercera vez. Cada vez que lo he hecho cierro los ojos, no por temor, jamás he tenido miedo a las vacunas, menos a esta que nos salvará a todos. Cierro los ojos y pienso en Carmen y Elena, mis hijas, que hace un año viven días de incertidumbres y cero abrazos. Pongo el hombro por Cuba y por ellas. No hay mayor impulso para hacerlo.
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A más tardar en el mes de agosto se habrán fabricado las dosis requeridas para inmunizar a toda la población cubanaUn grupo de instituciones científi cas cubanas diseña nuevos antígenos para vacunas contra las nuevas cepas del SARS-COV-2 que vienen apareciendo en el mundo, y para otras que podrían surgir.Un grupo de instituciones científicas cubanas diseña nuevos antígenos para vacunas contra las nuevas cepas del SARS-COV-2 que vienen apareciendo en el mundo, y para otras que podrían surgir.
Apenas unos meses después de haber aparecido en China la epidemia de la COVID-19 (diciembre de 2019), la máxima dirección del país exhortó a los científicos cubanos a trabajar fuerte para tener soberanía en la creación de nuestras propias vacunas.
Se trataba, sin duda, del más grande reto enfrentado por la comunidad de investigadores de la Mayor de las Antillas, que aunó esfuerzos, creatividad, talento, perseverancia y consagración en el logro de tan anhelado objetivo.
Hoy, dicho empeño integrador muestra sus frutos con la existencia de cinco candidatos vacunales, lo cual convierte a Cuba en el país de Latinoamérica y el Caribe con mayor avance en el tema, además de ponerlo en condiciones de inmunizar a su población antes de finalizar 2021.
Vacunas cubanas podrían estar disponibles para mediados de 2021 y cubrirán variantes del virus surgidas en diversos países.
Como refiere a Granma el doctor en Ciencias Eduardo Martínez Díaz, presidente del grupo empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (BioCubaFarma), la estrategia cubana de desarrollo de vacunas contra la COVID-19 se inspiró, desde el inicio, en la convicción del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz de que sí se puede, en el desafío lanzado por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, de tratar de tenerlas en el menor tiempo posible, y en la capacidad de lucha y victoria de nuestro pueblo.
«La misma ha estado basada en cuatro pilares fundamentales: el alto nivel alcanzado por la Industria Biofarmacéutica, con gran experiencia en la investigación y producción de vacunas; la fortaleza del sistema nacional de Salud Pública, disponer de científicos y tecnólogos experimentados, comprometidos con la Patria y la Revolución, y la unidad e integración que han caracterizado a todo el proceso».
Concebida en equipo, la estrategia fue conciliada con el Ministerio de Salud Pública y acompañada por las más altas autoridades del Estado y del Partido. Tuvo, como paso inicial, la convocatoria a las instituciones que atesoran larga
experiencia en la producción de vacunas, principalmente el Instituto Finlay de Vacunas y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, precisó el doctor Martínez Díaz.
«Adoptamos un sistema de trabajo donde, de forma sistemática, el personal involucrado compartía ideas, se socializaban los conocimientos adquiridos de las informaciones públicas y las experiencias propias, todo en el marco del Consejo Científico de BioCubaFarma, y articulado con el Grupo Técnico Nacional para la lucha contra la COVID-19».
Vacunas cubanas despliegan titulares a nivel mundial.
En un inicio, aseveró, llegamos a tener en ideas y diseños más de 40 posibles variantes de candidatos vacunales, a partir de que se concibieron diferentes antígenos con distintas fuentes de obtención y diversas formulaciones.
Sin excepción, la totalidad de ellos estaba basada en plataformas tecnológicas presentes en nuestras instituciones, puntualizó el Presidente de BioCubaFarma.
«Tras culminar los análisis teóricos y las evaluaciones de los resultados prácticos observados, fuimos reduciendo la relación y concentrando los esfuerzos en aquellas más viables. Definimos que el antígeno para utilizar en nuestras vacunas sería el Dominio de Unión al Receptor (rbd, por su sigla en inglés) de la proteína de la superficie del virus (proteína s o espiga)».
Luego decidimos obtener el referido antígeno de dos fuentes diferentes (células de mamíferos y células de levaduras), y se diseñaron varias formulaciones, utilizando diferentes concentraciones del antígeno. Igualmente, concebimos también distintos esquemas de inmunización y dos rutas de administración, intramuscular y nasal, afirmó.
«Así surgieron nuestros cinco candidatos vacunales Soberana 01, Soberana 02, Soberana Plus, Abdala y Mambisa, que pasaron a ser evaluados en los estudios clínicos en humanos».Hasta la fecha, los resultados son positivos, en particular en los casos de Soberana 02 (se encuentra en la fase iii de ensayo clínico) y Abdala, que esperamos pasen a la etapa final de evaluación en los próximos días. Ambos candidatos vacunales son muy seguros y solo han sido reportados eventos adversos leves, al tiempo que inducen una elevada respuesta inmunológica, generando anticuerpos que neutralizan la entrada del virus a las células, precisó nuestro interlocutor.
Indicó que, a medida que se fueron perfilando las diferentes variantes de vacunas, se fueron estructurando los sistemas productivos de modo tal que, una vez demostrada la seguridad y eficacia, pudiéramos disponer de millones de dosis.
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(Granma )
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