A juzgar por los posteos en redes sociales, muchas personas anhelan el sexo mientras se confinan en sus hogares. Pero, ¿qué pasa en la vida real?
La pandemia de COVID-19
tiene a la mayor parte del mundo practicando un estricto higiene de
manos y distanciamiento social. Se trata de una cepa particular del
virus que no había sido identificada previamente en humanos. Por ese
motivo, existe poca información sobre su gravedad e impacto clínico, y
si bien la información fresca llega a un ritmo increíble, una
recomendación médica se ha mantenido constante: la necesidad de distanciamiento social. Entonces, ¿dónde cae el sexo en ese espectro?
La depresión y la ansiedad tienen
un efecto negativo sobre la libido. Algunas personas también están sin
trabajo y el desempleo puede afectar el deseo sexual. El tipo de
preocupación que las personas experimentan atraviesa muchos dominios: seguridad laboral, salud, salud de amigos y familiares, jubilación y la capacidad de tener acceso a atención médica, por nombrar algunos.
Para Sergio Grosman, médico
psiquiatra, vicepresidente del capítulo Psicoterapias de la Asociación
de Psiquiatras Argentinos (MN 77443), a las personas “la interacción social nos nutre, las rutinas nos organizan y tenemos a la libertad en alta estima”. “Los seres humanos somos cultura, interacción e intercambio. La limitación de estas actividades sociales nos produce malestar que según cada persona se va a manifestar de diferentes formas. Para algunos como irritación, aburrimiento y ansiedad, y para otros como falta de aire, sensación de encierro y molestias corporales”, indicó consultado por Infobae.
Muchos están empezando a temer a la muerte, y psicólogos han descubierto que el miedo a la muerte puede provocar más deseo sexual y comportamientos como mecanismos de afrontamiento.
Por ejemplo, algunos estudios han encontrado que cuando las personas se
ven obligadas a pensar en la perspectiva de su propia mortalidad,
expresan más interés en el sexo casual. También sabemos que el
sexo es una actividad que hace que muchos de nosotros nos sintamos más
“vivos”, por lo que no debería sorprendernos que una pandemia que
confina a las personas en sus hogares promueva más interés en
actividades que les brinden este poderoso sentimiento.
Sin embargo, un estudio que analizó el efecto del terremoto de Wenchuan de 2008 en China sobre la salud reproductiva de las mujeres casadas encontró que la actividad sexual disminuyó significativamente, y no solo en la semana posterior al terremoto.
Antes del terremoto, el 67% de las mujeres casadas informó que estaba
teniendo relaciones sexuales dos o más veces a la semana. Una semana
después del terremoto, ese número cayó al 4%. A las cuatro semanas, solo
el 24% informó que estaban teniendo relaciones sexuales dos o más veces
por semana, muy por debajo de la línea de base.
“La epidemia de coronavirus nos lleva a replantear muchas de las prácticas sexuales,
tanto en las parejas estables, en las que recién se inician, y en
aquellas personas que están solas. Todo el espectro social se ve
alterado ya que el virus se propaga por la cercanía, a través de las gotitas respiratorias que las personas producen cuando tosen, estornudan o al hablar”, explicó en diálogo con Infobae Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.
Ante el conocimiento que día a día vamos adquiriendo, es importante
recordar que el contacto social debe restringirse, se debe mantener
distancia y evitar dar las manos, abrazar y besar. La distancia entre
las personas es la regla y precisamente el sexo necesita de todo aquello que puede ser peligroso para contagiarse.
Para muchos la angustia reinante produce una abstinencia generalizada.
Vivimos una realidad que nos tiene aislados y donde el otro se
transforma en el que nos puede infectar, nos cuesta conectar con el
erotismo y padecemos una baja libido como resultado del miedo, la
angustia y la ansiedad.
Se presentan tres posibles escenarios en el contexto de las relaciones:
vivir bajo el mismo techo con una pareja en cuarentena, permanecer en
casas separadas y estar soltero. “Para todos, es todo un tema. Nunca
estuvimos tanto tiempo solos o con otras personas, nos empezamos a mirar
de otra manera, tenemos miedo, pánico y bronca, y al mismo tiempo nos
bombardean con cosas que al parecer hay que hacer: charlar con amigos,
hacer ejercicio, encontrarse con uno mismo y pensar en positivo”,
explicó consultada por este medio Florencia Salort, médica
ginecóloga, sexóloga y coordinadora de Extensión Universitaria del
servicio de Ginecología del Instituto Universitario del Hospital
Italiano.
Para la especialista, todo esto nos atormenta y la psiquis y el cerebro
-que están acostumbrados a hacer siempre lo mismo y a pensar igual- de
repente deben poder volcarse en una sucesión de encontrarse a uno mismo.
"Esta norma no pasa, y provoca mucha angustia. Uno se encuentra
desbordado en la nada. No podemos concentrarnos en un libro, en un
escrito, no encontramos tiempo libre porque tenemos que manejar nuevas
normas y adoptar nuevos roles”, indicó.
“Por ende -continuó- el sexo pasa a un segundo plano. No porque uno no quiera, sino porque no podemos concentrarnos en la búsqueda del placer, con un otro o con uno mismo”.
Para los que quedaron “atrapados” con sus parejas, la cuarentena obligada los fuerza a estar más con el otro o la otra y esa situación casi que los obliga a buscar más tiempo para compartir sexualmente.
“A las parejas que llevan años juntas, yo les diría que no se
presionen. Probablemente vaya a existir un encuentro, pero no debemos
pensar en lo que ‘debería pasar’. Hay que entender que no necesariamente
va a haber más fogosidad porque va a haber más tiempo. Al fin y al
cabo, la sexualidad plena es la coherencia en lo que tengo y deseo
tener”, aseveró Salort.
Para aquellos que hoy les toca vivir separados, el sexo por redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea puede ser extremadamente erótico, excitante y bello, pero hay que tener cuidado. “El famoso sexting
se presenta como una excelente alternativa. Con la tecnología de hoy,
se puede apelar a las imágenes de video, a los audios y hasta se pueden
jugar juegos virtuales. Como siempre, hay que ser confidentes y
respetuosos con el otro. Esas fotos son privadas y compartirlas es un
delito”, aseguró la experta.
Al mismo tiempo, Salort apela a la libertad sexual. Si
una persona decide no tener sexo y está contenta con eso, sin dudas
está viviendo una sexualidad plena, viviendo lo que quiere vivir. “Es un
momento de no esforzarse. Hay que encontrarse a nivel íntimo sexual y personal”, dijo.
“Es un momento de muchísimo autoconocimiento.
Siempre le digo a la gente que se conozca, se explore, se mire al
espejo, mire su cuerpo, se acaricie, busque fantasías, películas,
relatos o canciones. Porque la autosatisfacción no embaraza ni infecta,
es sana, hace bien al corazón, al cerebro, a los pulmones, disminuye los
dolores porque genera opiáceos, neurotransmisores que disminuyen el
dolor, es gratis y es educativa”, concluyó.
Para Ghedin, la prevención nos cuida y la imaginación nos libera del encierro. "En
estos tiempos de aislamiento las personas -independientemente de su
estado civil- tendrán que buscar su estilo de conexión, es un buen
desafío para sacudir los hábitos sexuales conocidos”.
La masturbación, ¿la práctica sexual más segura en tiempos de pandemia?
Para ayudar a los residentes de la ciudad de Nueva York a comprender qué actos sexuales están bien y con quién es seguro seguir teniendo relaciones sexuales durante el coronavirus, los funcionarios de salud de la ciudad de Nueva York publicaron un memorándum
con consejos para disfrutar de una salud sexual segura. Aunque la guía
generó muchas risa en redes sociales, también se ganó el respeto de los
ciudadanos, quienes elogiaron la inclusión de la guía, cuyo título era “El sexo y el coronavirus (COVID-19)”.
“Todos deben quedarse en casa y minimizar el contacto con otros para reducir la propagación
de COVID-19”, dice la guía. “¿Pero puede tener relaciones sexuales?
Aquí hay algunos consejos sobre cómo disfrutar del sexo y evitar la
propagación de COVID-19”.
Aunque no existe evidencia de que el coronavirus pueda propagarse a
través de secreciones vaginales o semen, los funcionarios de salud
dijeron que la masturbación es la forma más segura de mantenerse activos sexualmente durante la pandemia de coronavirus.
La masturbación es una apuesta segura, según
los funcionarios de salud. “Eres tu pareja sexual más segura”, señaló
la guía. “La masturbación no propagará COVID-19, especialmente si te
lavas las manos (y cualquier juguete sexual) con agua y jabón durante al
menos 20 segundos antes y después del sexo”.
La masturbación, el acto de darse placer a través del tacto o la estimulación de los genitales, no es un concepto nuevo. "Es la primera de las prácticas sexuales que aparece en el desarrollo de varones y mujeres. Tiene
como función el descubrimiento del cuerpo erógeno, la activación de
fantasías sexuales y favorece a la aparición de la respuesta orgásmica.
Esta conducta está dada por la conexión más íntima con uno mismo: se reduce la ansiedad y no existe la presión de estar ‘sincronizados’ con un otro para llegar al orgasmo”, indicó Ghedin.
Hay una gran diferencia entre cómo las personas exploran su cuerpo y
cómo otros lo hacen, especialmente si se trata de un otro con una
configuración genital diferente. Si se deja el placer sexual en manos de
un otro, existe la posibilidad de que el desconocimiento impida
alcanzar el éxito sexual. Eso también puede significar que el sexo
termine siendo doloroso, incómodo o aburrido.
La masturbación, que generalmente conduce al orgasmo, aumenta
las endorfinas, disminuye la percepción del dolor, ayuda a la
relajación, quema calorías y mejora el estado de ánimo, la circulación y
el sueño. Lleva el flujo sanguíneo a los genitales, manteniendo
sanos los órganos sexuales de hombres y mujeres. Las mujeres disfrutarán
de menos atrofia vaginal y una mejor lubricación, especialmente durante
la perimenopausia y la menopausia. En los hombres, la masturbación que
resulta en la eyaculación ayuda a mantener saludables sus próstatas y
disminuye los riesgos de cáncer de próstata. Además, las erecciones
frecuentes ayudan a mantener erecciones fuertes.
¿Cómo será el sexo seguro en el futuro?
En este momento, el único sexo seguro es no tener relaciones sexuales con parejas fuera del hogar. Pero,
¿qué pasa cuando volvemos a salir de nuestros hogares y comenzamos a
pensar en citas en persona e incluso en el apareamiento?
Nadie sabe si todos vamos a tener la necesidad de tener relaciones
sexuales después de esta cuasi-hibernación. Una preocupación es un
aumento potencial en la toma de riesgos y las ITS inmediatamente después
de la pandemia.
Por ahora, el nuevo coronavirus probablemente signifique menos sexo en pareja en general,
ya sea debido a la falta de una pareja sexual en el hogar para algunos o
una disminución en el deseo de otros. O ambos. Con suerte, sin embargo,
esto es solo por ahora, debido a que cuanto más se comprometan todos
con el distanciamiento social, más rápido podremos volver a “las
canchas”.
(INFOBAE)
https://www.infobae.com/coronavirus/2020/04/06/sexo-en-tiempos-de-covid-19-aumenta-el-deseo-en-cuarentena/