No hay que tener miedo en la vida

A la edad de 20 años Marta Rojas testificó los sucesos que acontecieron durante el asalto al cuartel Moncada. Confiesa que se hallaba en las cercanías cuando oyó el sonido de los disparos y corrió hacia el lugar.
Por eso, ante la interrogante sobre si el miedo la invadió durante todos los años que estuvo como corresponsal de guerra en Vietnam, la ahora adulta y experimentada periodista sonríe y responde:
“Nunca sentí miedo y fue por eso que tampoco me cohibí de hacer algo. Supongo que es mi manera de ser y lo que hice desde mi llegada a ese país, fue adaptarme a la vida que tenía ese pueblo, vivir en la guerra.
En gran medida esto fue lo que aconteció  el jueves  en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba donde muchas personas se dieron cita para escuchar el testimonio de Rojas y de esa manera acercarse a esos duros años que atravesó el país invitado de honor a la Feria.
"La guerra fue muy difícil e irregular para los soldados norteamericanos porque tenían la gran desventaja de no estar en su territorio. Pasaron muchas necesidades, pues aún con escasez de agua no se atrevían a beber la que encontraban en los espacios naturales por miedo a que hubiera sido contaminada por ellos mismos", dijo la periodista.
Y continuó su testimonio declarando: "Vietnam se convirtió en un ejemplo a seguir por su organización y su valentía. Siempre creyeron en el triunfo y para eso cada uno tenía una función dentro de ese proyecto de liberación.
"Era una guerra de guerrilla y viví la experiencia de estar presente en una de ellas. Todo lo que pude ver lo transmitía y pude escribir muchas crónicas. De ahí salieron los textos que conforman el libro Vietnam del sur, su arma estratégica".
Casi  al  cierre del encuentro Rojas explicó que desde 1965 hasta 1975 fue todos los años a esa nación y continuó visitando irregularmente después de finalizada la guerra. De esas gratas experiencias puede afirmar que Vietnam ha sido capaz de conservar esa parte de la historia y trasladarla de generación en generación.
Y cuando parecían haberse agotado las preguntas de los presentes, una voz entre la multitud manifestó: ¿cómo mujer esa guerra influyó en su vida personal?  A lo que ella argumentó: no suelo desligar una cosa de la otra, yo soy la misma Marta Rojas tanto en mi vida personal como en la profesional, y mi premisa siempre ha sido no temerle a la vida.

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