, Año 64 de la Revolución______________________________

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Jorge Luis Blanco Pérez, hijo de majá, como reza el refrán (Parte II)



 
Como buen hijo de combatiente, Jorge Luis Blanco Pérez manifiesta su apego a la obra revolucionaria. Es hijo de Ignacio Blanco Alcalá, ya fallecido, pero que combatió a los mercenarios que querían arrebatarle el sueño de su Ciénaga de Zapata – ya floreciendo gracias a la Revolución Cubana-, y se enfrentó a los bandidos durante la lucha del Escambray.
Por esa razón, Jorge Luis, como buen hijo de majá, como reza el refrán, se hizo pinto y sirvió por 20 años en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), donde se creció como hombre y técnicamente.

Precisamente, por sus conocimientos, pudo trabajar en la Marina Gaviota, se vinculó a Artex – entidad que realiza una importante gestión en la comercialización del arte cubano, trabajó en el famoso Hotel Internacional.
A Jorge Luis le fue muy bien por el norte matancero, incluso por Varadero, pero la añoranza por su Ciénaga de Zapata, su familia y recuerdos de infancia lo trajeron de vuelta y aquí se desenvuelve como fotógrafo por cuenta propia.

Jorge Luis también toma videos, como al tiburón dama que se apareció de buenas a primera en aguas de El Caletón, en la Bahía de Cochinos.

Hoy, visitar su modesta casa en Mario López es ensimismarse en el mundo de la fotografía y el video.

Por eso este cenaguero ha recopilado videos sobre la vida y obra del Comandante en Jefe hasta sus últimos días sobre la faz de la tierra.

Jorge Luis Blanco Pérez afirma como buen hijo de combatiente es uno de esos tantos cubanos que dicen "Yo soy Fidel" por convicción, y no como mera consigna.

Asimismo, atesora un archivo valioso que guarda con inmenso placer, entre los que hay libros digitales que pocos imaginan se pueda tener por estos lares, fotos antiguas de La Habana, y una muy rica su colección fotográfica de antes y después del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959.

Y aunque muchos no lo recuerden, lo hayan olvidado, o lo desconocen, Jorge Luis fue instructor de arte, de los primeros cenagueros preparados por la gestión del Estado Cubano, para que difundieran el amor por las artes plásticas, como él, o por la música, como el reconocido localmente Severino Hernández Fiz.

En fin, es Jorge Luis Blanco Pérez un hombre con el que hay que conversar, para aprender y admirar por su formación, educación y cultura, pues él sabe mucho más que sacar fotos, es un hombre con un historial a apreciar y reconocer. / Juan Carlos Domínguez Taño – Radio La Voz de la Victoria.

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